El Bolsón (RLN).- La semana pasada, una nueva recuperación de territorio mapuche tuvo lugar en la zona que se encuentra a mitad de camino entre El Bolsón y Bariloche, y que es conocida como paraje rural El Foyel, en referencia al conocido cacique que habitó ese lugar. Allí, hace años una persona de apellido Soriani llegó prometiendo un cambio de tierras por un terreno en la localidad de El Bolsón, a quienes eran miembros de esa comunidad. La comunidad quedó en la calle, y esta semana pasada decidió recuperar su territorio. Luego de la intervención de la justicia, la presencia de matones que acompañaban los intereses de la familia Soriani, en forma casi inmediata el juez Martín Lozada dictaminó el desalojo, aunque las autoridades de pueblos originarios ya habían sido avisadas sobre esta recuperación.
La revista Cítrica publicó recientemente en su página de Faceboock la siguiente nota sobre la familia soriani:
¿QUIÉNES SON LOS USURPADORES?
Desde la semana pasada La Nación, Clarín y TN taladran con “información” acerca de la usurpación de las tierras de la familia Soriani. Y le exigen a la gobernadora de Río Negro Arabela Carreras que desaloje. Que termine con semejante barbaridad. Que ellos son los dueños de las tierras, que tienen los papeles y que es hora de que actúe la policía para defender la propiedad privada.
Pero hay otra historia, la historia que no escriben los que ganan, la historia de la comunidad, la historia de los estafados y estafadas por el empresario Soriani. Así lo explicó Blanca Rosa Gallardo Calfú, de la lof recuperada Gallardo Calfu en la radio comunitaria de La Minga de Alas:
“En el año 1980 nos despojaron del territorio mediante una estafa por parte de Miguel Arturo Soriani (proveniente de San Carlos de Bariloche). Él trabajaba en un aserradero del Foyel donde conoció a mi padre Sixto Gallardo Calfu. Hace 40 años que estamos en lucha con este señor, y hoy gracias a dios y a nuestros newenes (fuerzas espirituales), estamos recuperando este territorio pacíficamente. Nosotros no nos vamos a quedar con nada que no sea nuestro más que el territorio.
Éramos chicos cuando este señor, Miguel Arturo Soriani entró, primero como encargado general del campo, diciendo que mi papá no tenía hijos, mientras nosotros estábamos trabajando afuera en trabajos temporarios en el campo. Cuando volvimos él ya estaba como encargado y al año siguiente, según él ya era el dueño, porque mi papá le había vendido la tierra.” Y él fue a tirarlo a mi viejo a un galpón en El Bolsón, en barrio Las Piedras en la costa del río Quemquentreu. Ahí lo dejó y lo abandonó". Hace 40 años que reclamamos nuestras tierras, a través de abogados y presentaciones en distintos organismos del Estado pero nunca tuvimos una respuesta. Ahora nos está apoyando el INAI. Uno cuando es chico es muy poca la posibilidad de pelearla y lucharla. Pero hoy estoy pisando mi suelo y estoy muy emocionada. Estas noches duermo con mis ancestros.
No nos dejan tranquilos. Nos quieren desalojar y nos amenazan. El viernes por la mañana hubo unos tiros y un hombre se acercó con unos perros y un machete. Después a la tarde aparecieron muchas personas de El Foyel y El Bolsón a acompañar a este sinvergüenza que nos estafó el campo. Vinieron a amenazarnos con que nos iban a matar. ‘Indios de mierda, ¿Qué tienen que andar recuperando? nos gritaban’. "El fiscal Francisco Arrien de El Bolsón vino e hicimos un acuerdo con el señor Soriani y arreglamos de común acuerdo con el fiscal que iba a pasar a dejarle la comida a sus animales y se iba a ir. Lo acompañó el comisario y lo dejó quedarse ahí abajo al hijo de Soriani, cuando habíamos acordado que daba la comida y se iba. No hay ni hubo rehenes ni secuestrados."
Nosotros no nos vamos a mover de acá. Me costó mucho estar aquí, volver a mi territorio. A mi papá este señor lo estafó. Lo dejó en la calle: nosotros éramos chicos, y había fallecido mi mamá. Soriani le dijo que le iban a dar una casa con alquileres, pero fue mentira, lo tiraron en un galpón. A nosotros cada vez que veníamos a reclamar nuestro lugar, Soriani nos echaba. Quedaron adentro nuestros animales, chivas, ovejas, vacas. Somos diez hermanos y él alegaba que mi papá no tenía hijos. Ahora estamos acá, estoy yo y mis hermanos van a empezar a llegar. Están mis sobrinos, hijos de mi hermana, acompañándome. Somos una comunidad. Somos una Lof, Gallardo Calfu, completa. Estamos en nuestro territorio y lo estamos recuperando”.
Blanca recuperó su territorio pero el gobierno provincial, los medios de comunicación defensores de estafadores y la Justicia se lo quieren volver a quitar. Hace unas horas el juez Marcelo Alvarez Melinger autorizó el desalojo. En primera instancia, le pedirán a la comunidad el desalojo voluntario. Pero eso no sucederá. La Lof no abandonará su territorio. Y ya solicitó una mesa de diálogo para resolver el conflicto.
Hoy, cerca del medio día, nos avisaron que el desalojo se estaba efectivizando, y estamos atentxs a las circunstancias, ya que el antecedente de las marchas del odio que se han estado convocando en Bariloche, y que claramente cuentan con la complicidad policial, gubernamental y de la justicia, hacen suponer que este desalojo ordenado por el juez a quien se acusa de ser servil a los intereses de los poderosos, puede terminar en tragedia.
Compartimos el audio de Claudio desde la zona de El Foyel, donde preocupa el cercado que no permite ver los procedimientos:
