El Bolsón (RLN).- En los años 90, el pueblo Nación Mapuche con el CAI (Consejo Asesor Indígena) se proponía un cambio de paradigma en su relación con los estados argentino y chileno. De estar en resistencia, se empezó a pensar en la recuperación. Salir de las "reservas indígenas" para dejar de estar encerrados y aislados. Salir a reafirmar su existencia. Así, las primeras recuperaciones territoriales tuvieron lugar en diferentes partes de la patagonia. Y este proceso debió ser acompañado por una recuperación cultural, que empezó a generar un "salir de la sombra para mostrar digna y orgullosamente la prosedencia mapuche.
En los años dos mil, estas recuperaciones, empezaron a ser también en territorios disputados por el poder económico y político, generando ya no sólo un accionar hacia adentro de su pueblo, sino también la simpatía y empatía por organizaciones sociales que se encontraban luchando contra los mismos enemigos. Esos terratenientes que manejan las cosas mafiosamente y que han logrado la connivencia de funcionarios políticos, judiciales, y la protección de sus intereses personales con las fuerzas públicas.
Así, sucedieron avasallamientos y represiones tremendas, poco difundidas por los medios hegemónicos, en los que el encarcelamiento y la represión se combinaron con la persecusión judicial, y la quita de territorios. 
En estos últimos años y en este contexto de lucha, varios asesinatos han tenido lugar, siempre del mismo lado. Sin embargo, el Pueblo mapuche, no ha cambiado su perspectiva, por el contrario, ha generado un nuevo giro en el que la participación de los y las pichikeche ha sido notable. Sobre esto, charlamos con Verónica Fermín de la Comunidad Vuelta del Río.
