El Bolsón (ANPP).- Pensar que nuestra historia es cíclica es un
error. Que hoy, a 16 años estemos viviendo una situación similar, no es
fruto de una cuestión cíclica, sino de la persistencia en saquear por
parte de la oligarquía nacional y extranjera.
El pueblo no es el
mismo. Ha crecido en conciencia y si bien ha crecido la oligarquía en
herramientas, cada vez somos más pueblo por cada oligarca. Esto implica
una polarización que se ve en la calle, luego de las tremendas
represiones de este último diciembre, al que se llegó luego de dos
asesinatos en la patagonia y una muestra clara de que la Justicia está
corrupta desde una punta a la otra. Nada impidió que cientos de miles en
todas las plazas del país salieran nuevamente. Nada impidió que incluso
en la oscuridad de la noche se saliera nuevamente masivamente a la
calle en todo el país.
El neoliberalismo se aplica con represión.
No hay otra manera de hacerlo, ya que las medidas antipopulares siempre
generan malestar para el pueblo. Y es sabido también que el poder
hegemónico, utiliza el cansancio del fin de año y la necesidad de
"desconectar" por parte de un pueblo trabajador y alienado por las
mismas políticas antipopulares, para dar estocadas fatales. Es en
diciembre y enero el momento de aplicar los ajustes y las medidas más
impopulares que tienen. Pero el pueblo siempre está. Siempre termina
concluyendo que en la calle está la respuesta. Por eso la represión,
porque eso pone de manifiesto una gran realidad, y es que a esta
"reforma", por ejemplo la votó afirmativo un poco más de la mitad del
Congreso, pero que representan a apenas un 30 porciento de la ciudadanía
nacional.
Un
presidente que sale en cadena nacional en una fecha tan significativa a
arremeter contra las organizaciones en nombre de la democracia, y
diciendo que apoya el diálogo. Un presidente que amenaza con
identificar, perseguir y someter a la justicia burguesa a todos los
dirigentes de las organizaciones que sostuvieron la voluntad del pueblo.
Un presidente que anuncia que no sólo no se ha equivocado, sino que
"esto recién empieza". Admitiendo que estas medidas "generan
incomodidad", y que van a responder con lo que haga falta para poder
asegurar el rumbo que se han planteado.
No es un ciclo, porque esta vez no hay ninguna intención de salir volando en helicóptero por parte del presidente.
No es un ciclo porque el pueblo empieza a ver que la representatividad es una trampa de la burguesía.