LA CALLE ES EL LÍMITE QUE EL PUEBLO LE PONE A LA CORRUPCIÓN

El Bolsón (RLN).- Con la presentación de un amparo presentado por vecinos y vacinas reclamando la intervención de la justicia para poner un poco de coordura y orden jurídico en el mamarracho legal en que se pretende realizar el negociado de tierras en nuestra región, son ahora los jueces quienes tienen el peso de la mirada atenta y activa de quienes esperamos que se respete la voluntad popular y las leyes y ordenanzas que prohíben la construcción de una urbanización en ese lugar.
Por otro lado, la Justicia, debe aún su accionar para retrotraer el otorgamiento de títulos de estas tierras en cuetión, que fueran otorgados faltando a varios artículos de la ley de tierras y por lo que la misma ley prevee la expropiación sin derecho a reclamo alguno ni indemnización.
Mientras, en junio pasado en la Sala A de la Cámara Criminal de la Primera Circunscripción se realizó la primera audiencia en el juicio por el caso caratulado: “Accatino, Juan Manuel, Tait Daniel Alberto y Belacín, Jorge Daniel sobre Fraude en Perjuicio de la Administración Pública”, por la cual se procesaba a los funcionarios p´rovinciales a cargo de la "entrega" de títulos de tierras fiscales.
El escándalo es significativo, y El Bolsón puede transformarse en un polo que sea iniciativa de un levantamiento popular a nivel nacional contra la corrupción y el inescrupuloso accionar de funcionarios que pretenden provocar la ira de un pueblo que viene juntando presión por el samarreo económico al que está siendo sometido.
"Pretenden tenernos ocupados con la miseria económica que nos están generando para poder robarse todo -afirmaba un vecino que marchaba el sábado 7 por las calles de El Bolsón junto a su mujer de unos sesenta años- pero no vamos a dejar que nos jodan más ni con las subas de impuestos, ni con la economía, ni con la entrega de estos cipayos a los saqueadores... ¡Estamos en la calle!"
La via judicial es necesaria para que no se vuelvan a repetir semejantes desparpajos desde la función pública, pero sin dudas, la movilización popular en la calle, es incluso lo que hace caminar hasta a la misma justicia. Es por eso, que los medios que responden a ls mismos intereses económicos que pretenden realizar este negociado estiman en sólo 3 mil los manifestantes, o intentan minimizar la marcha diciendo que hubo una mayoría "traida" desde otros lugares. O pero aún, pretenden hacer creer que la popularidad del intendente ha crecido y llegado al 50%. Nada más alejado de la realidad. Incluso algunas versiones dicen que el mismo gobernador está entre quienes ya han quitado su voto de confianza en el intendente local Bruno Pogliano, responsable de un accionar que generó el levantamiento popular. Es que los funcionarios títeres tienen un rol descartable, ya que sirven mientras logran los objetivos que les son encomendados, pero cuando pierden licencia social, son descartados y reemplazados.
Pueden mentir, y no es que sea inócua esta acción, pero en nuestra región, la gente sabe que lo que sucedió el sábado 7, fue un gran plebiscito a esos funcionarios, y un mensaje claro para la justicia: "queremos que el gobierno defienda la soberanía".
Es difícil pensarlo si se tiene en cuenta que las autoridades de Gendarmería Nacional autorizaron la realización de cursos de formación en el predio del inglés multimillonario. Gendarmería que debiera estar impidiendo que un extranjero se adueñe de tantas hectáreas en zona de frontera, que debiera haber actuado de oficio impidiendo que el inglés intente construir un aeropuerto internacional privado en esa zona. Pero la corrupción no tiene límites. O sí, el límite es el pueblo en la calle.