Allí está nuestra corresponsal popular, y miembro del grupo editor de Prensa del Pueblo, quien fue enviando reportes desde su salida de Plaza Pagano en El Bolsón.
Con un recorrido previsto, la columna de la Patagonia cordillerana, planteaba hacer paradas en varias plazas del país, Bolsón, Bariloche, Neuquén, Fisque Menuco, La Pampa, Avellaneda y finalmente marchar hacia Plaza de Mayo.
Sin embargo, nuestra compañera empezó denunciando ya ayer, que sin explicaciones creibles, la Conducción de UnTER Central (Sindicato Docente de Río Negro), había modificado el trazado del recorrido y paradas, evitando la de La Pampa. Si bien el secretario General Mario Floriani adujo que se trataba de problemas de logística con el transporte, otros comentarios hablaban de no toparse con territorio de un opositor dentro del sindicato. Lo cierto es que de una forma u otra, no fue una decición orgánicamente tomada, y muchos y muchas fueron los sorprendidos por este recorte arbitrario del recorrido.
Escuchemos a nuestra compañera:
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Luego, seguimos recibiendo los relatos, cuando la columna en la que viaja nuestra compañera llegó a Avellaneda. Escuchemos la emocionante cantidad de gente que ya se agrupaban en esa localidad bonaerense:
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Ya dirigiéndose a Plaza de Mayo, esto nos relataba nuestra corresponsal popular, quien cuenta que nuevamente, una decición inconsulta hizo que la columna de UnTER se separara del resto, yendo en micro desde Avellaneda a Plaza de Mayo. Escuchemos:
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Sin dudas, la intención de muchos y muchas de los que participaron en esta Marcha Federal, no es exactamente una adhesión a ningún partido político de los que organizaron, sino poder mostrar el descontento popular que hay contra este gobierno nacional antipopular. Es una pena que los egoismos de los diferentes grupos no puedan ser dejados de lado para encolumnarse en forma conjunta por objetivos comunes. los sindicatos llevan una gran responsabilidad por las políticas gubernamentales de los estados provinciales y nacional que pegan directamente sobre la calidad de vida de los y las trabajadores. Mientras no se conciban estrategias de clase y no de bandería partidaria, seguiremos divididos y dominados. Entonces, ¿hasta dónde nos representan las dirigencias? En los tiempos que vivimos no podemos arriesgar una mala jugada, porque el enemigo está en el poder y tiene elementos para doblegarnos si las organizaciones sociales y políticas no logran un acuerdo para caminar juntos.
