El día comenzó con un concejo decorado con un cordón policial, ya que parte del cuerpo deliberante sufre cualquier expresión democrática del pueblo, que saque a la luz su falta de representatividad. Durante la reunión, "la banca del vecino" fue ocupada por diez pobladores, que expresaron en su mayoría (salvo un representante gremial y afiliado al radicalismo, y un instructor de esquí empleado de la empresa), un claro descontento con el proyecto y sobradas pruebas de su ilegalidad.
Los concejales, luego de escuchar a los vecinos dieron su punto de vista sobre el tema, desnudando su posicionamiento a favor o en contra del pueblo, o a favor o en contra de intereses privados. Un poblador dijo, "si ustedes representaran los intereses del pueblo, no estaríamos acá", y los cuestionados se limitaban a repetir un discurso sobre "el progreso" y "desarrollo", cada vez menos creíble. Torman, Tornero (ambos radicales pro-laderas) y Tejeiro (Fpv y sensible a las miradas agresivas de los ciudadanos), dieron su voto negativo al proyecto, sin dejar de afirmar su defensa al crecimiento que promete la empresa, esperando a que la Justicia se expida y luego volver a tratar el plebiscito vinculante. Raúl García y Paola Sanna, siguen firmes en su posicionamiento de defensa de privados, como la salvación y única vía de desarrollo de nuestra comarca.
Los concejales Sanna, García y Tejeiro, están sometidos desde ayer, a una posible revocatoria pedida por organizaciones sociales y vecinos. Se deben juntar 2500 firmas en un primer momento, para llamar a votación sobre si o no a la revocatoria, a quienes no cumplen la voluntad popular, e infringen normas municipales y judiciales. El lugar para ir a expresarse, firmar y cumplir con la carta orgánica municipal, es el Juzgado de Paz de El Bolsón, de siete de la mañana hasta las trece horas.
El pueblo habló, y se seguirá expresando en las urnas, la Justicia se expedirá sobre la ilegalidad de las tierras de Pampa de Ludden, y seguiremos construyendo entre todos que pueblo queremos.